Durante décadas la CNT fue el sindicato de los tres Noes: “No a las Elecciones sindicales, No a las subvenciones, No a los liberados”. Esto fue seña de la casa y fue repetido hasta la saciedad. Tanto fue así que incluso caló entre algunos movimientos sociales. De ahí se creó el famoso lema “sin subvenciones ni liberados”. En este artículo me centraré en uno de esos noes: la cuestión de las liberaciones.
Comencemos con una definición: tiene la consideración de liberado sindical aquel personal que disponga de horas sindicales a tiempo parcial, de liberación a tiempo total por acumulación de horas sindicales o de liberación a tiempo total por concesión de licencia sindical institucional. Este crédito horario y la posibilidad de juntarlo se recoge en el art 68.e) del Estatuto de los Trabajadores:
e) Disponer de un crédito de horas mensuales retribuidas cada uno de los miembros del comité o delegado de personal en cada centro de trabajo, para el ejercicio de sus funciones de representación, de acuerdo con la siguiente escala:
1.º Hasta cien trabajadores, quince horas.
2.º De ciento uno a doscientos cincuenta trabajadores, veinte horas.
3.º De doscientos cincuenta y uno a quinientos trabajadores, treinta horas.
4.º De quinientos uno a setecientos cincuenta trabajadores, treinta y cinco horas.
5.º De setecientos cincuenta y uno en adelante, cuarenta horas.
Podrá pactarse en convenio colectivo la acumulación de horas de los distintos miembros del comité de empresa y, en su caso, de los delegados de personal, en uno o varios de sus componentes, sin rebasar el máximo total, pudiendo quedar relevado o relevados del trabajo, sin perjuicio de su remuneración.
Es decir, que la persona que es elegida para un comité o como delegada de personal tiene derecho a disfrutar de dicho crédito horario. En otras palabras, se le “libera” de su trabajo habitual para ejercer funciones sindicales y, algo importante, la empresa le continúa pagando la nómina.
El número de horas sindicales mensuales varía de acuerdo con el tamaño de la empresa. Como podemos leer en el ET, estas horas se pueden ceder y acumular de un delegado a otro según lo que esté acordado en el convenio colectivo.
La CNT se opone a estas liberaciones por varios motivos:
- Al existir elecciones sindicales, se entra en una dinámica de competencia entre sindicatos que divide las plantillas en la práctica. Por tanto, se rompe la unidad obrera necesaria para llevar a cabo luchas sindicales de alto nivel. A partir de entonces la unidad se construye a partir de la alianza entre los diversos sindicatos, cosa harto complicada dado este panorama de gran fragmentación sindical que tenemos. Pero esto será motivo de otro artículo en su momento.
- Los cargos electos de comités de empresa y juntas de personal pueden ejercer la acción sindical dentro de las horas laborales, mientras que el resto de la plantilla no puede hacerlo. Por tanto, se crea una jerarquía representante-representada por la que los cargos electos tienen mayores derechos que el resto, cosa que es incluso anti-democrática. Solo hay que leer el resto del art. 68 para ver esta diferencia de condiciones.
- A la vez, esto genera una desafección y desvinculación entre la plantilla. Si hay alguien ya que se encarga de las cuestiones sindicales, ¿por qué voy a hacerlo yo? Esto ha sido una causa del desapego del sindicalismo entre la clase trabajadora, ya que no se la está interpelando ni preparando para tomar en sus manos sus propios asuntos. Mediante diferencias y privilegios, se dificulta la participación y la movilización y, eventualmente, se resiente la conciencia de clase. Desde nuestro sindicato vemos esta práctica como un obstáculo para la acción sindical.
Por suerte o por desgracia, la sociedad cambia. Hoy en día, a nivel general, a la gente no le interesa participar en sindicatos, asociaciones o movimientos sociales. Para la CNT ya no tiene mucho sentido quejarse de que los liberados sindicales dificultan la participación. Hemos pasado muchos años haciéndolo sin el mejor resultado. El mal ya estaba hecho.
Sin embargo, ahora tenemos más desarrollado el canal de participación de las secciones sindicales, en las que puede participar más gente: desde las mismas secciones elegimos nuestras representantes para la acción sindical de forma transparente y democrática.
La problemática que llevan asociadas las liberaciones es que se hacen de forma estructural: tendrán varias horas al mes de crédito horario pagado por la empresa, sí o sí. Las tendrán aunque trabajen lealmente para su sección al 100% o aunque se pasen en día en el bar.
Con la experiencia de los últimos años, en CNT hemos comprobado que no hace falta un calendario estructurado de horas. Cierto, hay veces que iría muy bien tener unas horas para ausentarse del trabajo para realizar acción sindical. Pero esto se podría lograr desde la lucha de las secciones sindicales por disponer de un permiso retribuido ad-hoc para cada asunto concreto que no dependiese del Estatuto de los Trabajadores, sino que fuese producto de la negociación colectiva. Es decir, un permiso fruto de una conquista.
Esta propuesta de permisos puntuales no sería lo mismo que una liberación estructural que se da por vía legal, que vendría a ser como un privilegio, sino que entraría más bien en el ámbito del control del trabajo por parte de un organismo verdaderamente obrero y de base, como lo es una sección sindical. Mediante privilegios, utilizados de una u otra manera, es cuando se dan los famosos casos de absentismo o en los que algún que otro sindicato puede llegar a abrir los locales con liberados sindicales. Hay quien dice que es mejor utilizar estas horas que no perderlas. Total, si paga otro…
Desde la CNT argumentamos que en este tipo de prácticas sirven para fomentar la división, el desapego, el delegacionismo y las envidias. Además, es que resulta que el 90% de lo que se hace en estas horas se puede hacer fuera del horario de trabajo. Y el otro 10% bien se podría hacer desde esos permisos ad-hoc que siempre debería controlar la sección.
Todo esto que he explicado no tiene nada que ver con que la organización le pague a determinadas personas por un trabajo concreto, como podría ser abrir los locales. En este caso, se les paga para hacer tareas internas de los sindicatos (conserjería, limpieza, contabilidad, comunicación, llevar el bar del sindicato, realizar estudios… lo que sea). No se trata de una tener persona liberada con dinero que viene de la empresa, sino de pagar el trabajo con recursos del sindicato.
Y esto contradice la dinámica o el lenguaje político que se utiliza en otros movimientos. Tenemos los ejemplos de los famosos “liberados de ETA”, o las liberaciones que hace la Esquerra Independentista o los que hay en algunos ateneos populares, que se autodenominan directamente “alliberades”. No hacen otra cosa que un trabajo para su organización o colectivo.
Repito. si una organización te paga dinero para desarrollar determinado trabajo, no te está liberando de nada: te está haciendo trabajar para ella. Además, caer en este lenguaje se alejan de la dialéctica de la lucha de clases. Porque, si no, ¿trabajar en una carnicería sería liberarte de trabajar para Amazon? y, ¿al revés?
Démosle valor a lo que significa que tu organización te contrate. Debería interpretarse como un estímulo para desarrollar la agenda que la impulsa, al poderle dedicar muchas más horas de forma sistemática de las que se pueden realizar mediante el esfuerzo voluntario, mientras se dedican los esfuerzos militantes a otra cosa más útil para la organización.
En nuestro caso eso no es otra cosa que poner los andamios de la construcción de una sociedad comunista libertaria, pero centrándonos primero en construir una acción sindical potente y bien articulada que vuelva a poner en la mente de nuestra clase la conquista de los medios de producción.
Miguel G. Gómez
Secretario General de CNT Cataluña y Baleares
https://www.alasbarricadas.org/noticias/node/53630 12/12/2023
https://lasoli.cnt.cat/2023/12/07/sindical-laccio-sindical-avui-un-problema-estrategic-que-necessita-solucions 7/12/2023
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